Ha pasado un mes, pero no por eso queremos dejar de rememorar y compartir lo importante del fin de semana del 16 al 18 de noviembre.. estuvimos en el 6º Contrapedal, un encuentro que viene realizando cada año el taller de ciclomecánica popular Suipacha.
Nos encontramos con compañerxs de otros espacios de talleres comunitarios de mecánica de bici, activistas y/o amantes de la bici. Desde distintos lugares del país nos dimos el tiempo para hablar de distintos temas que giran alrededor de la bici y para divertirnos cocinando, jugando, conociendo y reconociéndonos.
Algunos temas se tocaron en talleres y actividades lúdicas. Se realizó un taller de centrado de ruedas, se tocaron temas puntuales o locales como la movilidad en cada uno de nuestros territorios, se reflexionó sobre la bici y el acoso callejero y sobre el momento específico que pasamos en América Latina, pues la red se extiende a varios países, aunque no de todas partes pudieran llegar. En la agenda social se encuentra el tema de medio ambiente y género, dos puntos que convergen en la bici como herramienta y para algunxs como forma de expresión para la transformación. De esta forma nuestras reflexiones y acciones se ven atravesadas por la preocupación de como es el lugar donde vivimos y que ocurre en él y más allá las fronteras se pierden al identificarnos con las problemáticas de los demás paises y nos solidarizamos
Alternando la conversa con el juego, armamos barriletes, jugamos futbol y también se dio espacio a la posibilidad de accionar localmente colaborando con la demarcación de la calle al lado del taller, donde se requiere mayor claridad sobre como movernos y convivir todx tipo de seres que ocupamos el territorio.
Aprendimos mucho, entre otras como este tipo de espacios nos construye integralmente a partir de la autonomía y libertad que nos enseña la bici. Suipacha es un espacio de taller donde cada quien colabora a partir de unos acuerdos básicos de convivencia, así fue como fuimos recibidos para poder integrarnos esos tres días.. y con el incentivo de cuidar y aportar al lugar como nuestra casa, una casa en la que cabemos todxs. Y no está demás compartir que además del taller tiene un espacio de huerta con un baño seco (es decir que maneja los residuos sin contaminar el agua y con la eficiencia que se requiere en el lugar); una razón más para apelar a la autonomía e integralidad del espacio.
Esperamos volver y aportar un poco más en esta construcción que nos fortalece y enseña sobre el trabajar en la diversidad en general, de la naturaleza, de la que también somos parte.