Me motivaba que Gregoria tuviera su primera bici y a la vez experimentar el ensamble de una desde el principio, es decir partiendo de sus piezas aisladas, por lo que el nombre del Proyecto “Primera Bici” tenía un doble significado: primera bici para Grego y primera bici armada por mí.
Para el proyecto Expericleta se donó una bici de cuadro pequeño, que con los chicxs del taller pudimos comprobar que le quedaba muy bien a Gregoria para su altura en sus 5 años. El cuadro presentaba superficies oxidadas y algunas piezas que componían la bici necesitaban ser reemplazadas debido a su desgaste o por que estaban muy deterioradas por el óxido, pero que con algo de trabajo, pintura y repuestos podía quedar en perfectas condiciones.
Ya teníamos una bici, ahora había que trabajar en ella para volver a hacerla rodar. Con Dani y Nahuel empezamos a desarmarla, comenzamos a aflojar tornillos y tuercas y en poco tiempo redujimos la bici a unidades. Fue muy interesante poder ver como cada una de aquellas piezas tenía una función sencilla pero precisa para conformar y hacer funcionar la “maquina”. Finalizada la tarea nos pusimos a jugar con las piezas hasta el punto de lograr armar una cara con ellas.
A la hora de trabajar en la bici, se empezó por el cuadro, el cual se mandó a arenar y pintar a
horno y por otro lado se compraron las partes y repuestos que precisaban cambio (asiento,
manubrio y cámaras). Las herraduras de los frenos presentaban bastante óxido, pero con Alex decidimos que no precisaban ser cambiadas, por lo que nos pusimos a lijarlas y las pintamos luego con algo de aerosol plateado que había en el taller.
Ahora me tocaba la parte más difícil, pero a la vez la de mayor desafío y aprendizaje, ensamblar nuevamente todas las piezas para volver a hacer de ellas una bicicleta. De a poco, en tres jornadas fui ensamblando las piezas y Alex con mucha paciencia supervisaba como las combinaba y por momentos me indicaba como continuar cuando me trababa en el proceso. Finalmente con Grego cambiamos juego de cámaras, colocamos las ruedas y la bicicleta quedó terminada!
Gregoria y yo quedamos muy contentos con la finalización del proyecto, ella tenía su primera bici y yo había incorporado la experiencia de armar una. Una bicicleta volvía a rodar.
Gregoria y Nacho (marzo 2019)