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Aportes a un marco conceptual

En esta página voy a volcar una serie de reflexiones con la intención de aportar en la definición de un marco conceptual que permita entender las pedaleadas que estamos creando como hechos y experiencias que buscan dialogar con otras prácticas estéticas. Con un marco conceptual claro, es posible dotar -al proceso creativo y la/s obra/s del laboratorio Pedalúdico- de un status ontológico que permita formular/nos preguntas del tipo: ¿Puede una pedaleada configurarse como una práctica artística?, ¿qué modelo estético puede dar cuenta de los objetos, estructuras, relaciones e interacciones que suceden en una práctica como esta? o, en tanto que se trata de una práctica que explora primariamente el espacio público, ¿qué vínculos se establecen entre el espacio físico y el mediático cuando son atravesados por una búsqueda estética basada en el movimiento?
Estas son sólo algunas preguntas que anticipan las propuestas conceptuales que se desarrollan a continuación.

Estética relacional

El concepto de estética relacional, desarrollado por Nicolas Bourriaud a mediados de la última década del s. XX, puede ser un punto interesante para vincular, en un sentido amplio, los horizontes que van apareciendo en las primeras reuniones. Bourriaud se ocupa del análisis de las estrategias artísticas que invitan al receptor a involucrarse en interacciones sociales y a reflexionar sobre sus significados y contextos. Ejemplos incluyen obras como las de Rirkrit Tiravanija, en las cuales transforma galerías de arte en cocinas temporales, o el arte-servicio de Christine Hill. Bourriaud distingue las intenciones de estos artistas de aquellas propias de las vanguardias clásicas de la siguiente manera: "El rol de las obras de arte ya no es dar forma a realidades imaginarias o utópicas, sino ser modos de vivir y modelos de acción dentro del lo real existente, cualquiera sea la escala elegida por el artista". Hoy en día, a los ojos de Bourriaud, no son las utopías lo que importa, sino los espacios reales, "do-it-yourself cultural" y reciclado, la invención de la vida cotidiana y la configuración del tiempo vivido. Tales proyectos artísticos funcionan como "intersticios sociales" –esto es, como inter-espacios que encajan más o menos armoniosamente en el sistema social, pero que abren otras posibilidades de interacción no ofrecidas tradicionalmente por el sistema. Lo que se desarrolla aquí, en su mirada, son "modelos críticos y momentos de cordialidad construida,"(1)

Notas

(1) Bourriaud, Estética relacional, 16, 44.

Lucía: Genial Martín, serian buenísimos esos aportes, también podría compartir algunos textos que me resultaron esclarecedores a dichas preguntas.